Fábula de la Señora Chaya


 
 
 
.La Chaya es un arbusto liso herbáceo, que pertenece a la familia de las Euforbiáceas y cuyo nombre científico es Cnidoscolus chayamansa; esta planta alcanza una altura de 2 a 3 mts, sus hojas son de largo peciolo y de 5 picos.

Es una planta muy apreciada por sus hojas comestibles y es originaria de la Península de Yucatán y la Parte norte de Centroamérica.

La Chaya tiene grandes ventajas para el organismo. Los nutricionistas manifiestan que la Chaya proporciona beneficios para el sistema circulatorio ya que regula la presión, desinflama las venas y hemorroides. Favorece la digestión y combate el estreñimiento, ayuda a la expulsión de orina y leche materna. Otro de sus beneficios es disminuir el nivel de colesterol elevado y el ácido úrico.

Por otro lado, la chaya es utilizada para controlar el peso o disminuirlo, Una de sus propiedades es aumentar el calcio en los huesos, combatir la artritis y la diabetes, descongestionar y desinfectar los pulmones, prevenir anemias y se destaca sus propiedades en las funciones del cerebro y la memoria.
La chaya está asociada con la cultura maya ya que consistía uno de los ingredientes principales de su alimentación generalmente mezclada con maíz y semillas de calabaza, simulando a un tamal. Los mayas consumían esta planta al conocer sus beneficios medicinales buscando un equilibrio nutricional.



En Tabasco ha sido asociada tambien a su cultura y a la superstición popular, adoptando creencias acerca de esta arbusto y dotandolo de una personalidad propia. Los lugareños, principalmente los de orígen tabasqueño, narran fábulas de esta planta herbácea, asegurando que tienen que pedir permiso a la misma, antes de tomar sus hojas, o de pasar junto a ella de esta manera: “Señora Chaya, me puede usted dar permiso de cortarle unas hojas”. “Señora Chaya me da permiso de pasar” De no hacerlo así la planta se molestará tanto que irritará la piel de quien tome hojas sin su autorización o pase junto de ella.





Y colorín colorado........